Éxito de la II Feria de Caza de Los Monegros en Sariñena

Miles de personas disfrutaron de la muestra y el consejero de Medio Ambiente y Agricultura del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, volvió a mostrar el apoyo del Ejecutivo a la práctica cinegética.

El recinto ferial de la localidad oscense de Sariñena acogió el pasado fin de semana la segunda edición de la Feria de Caza de Los Monegros. La cita fue todo un éxito, pues durante los dos días que duró recibió miles de visitas. Tanto las decenas de expositores que se congregaron en el pabellón, incluida la Federación Aragonesa de Caza (Farcaza) que estuvo con un espacio propio en la feria, como las actividades que se programaron consiguieron atraer a aficionados a la caza de las tres provincias aragonesas y de las comunidades autónomas vecinas.

Además, la cita sirvió para que el Gobierno de Aragón mostrara, una vez más, su respaldo a la caza. Esta vez fue el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, quien visitó la feria en representación del Ejecutivo y participó en la inauguración oficial.

"La caza es una herramienta fundamental para afrontar los graves daños económicos que sufre la agricultura y, por tanto, me opondré enérgicamente a cualquier cambio de norma que ponga en riesgo su supervivencia", subrayó Olona. Una de las cuestiones de relevancia que destacó el responsable autonómico, que visitó el stand de Farcaza en la feria, fue la petición que trasladó hace unos días el presidente de Aragón, Javier Lambán, al Gobierno central para que acometa cambios en el anteproyecto de ley de bienestar animal, haciendo suyas las reclamaciones de la Federación Aragonesa de Caza.

Desde Sariñena, Joaquín Olona se manifestó en el mismo sentido que las cartas enviadas por Lambán a los ministros Ione Belarra y Félix Bolaños. El consejero criticó que aunque el anteproyecto de la Ley de protección, derechos y bienestar de los animales ha introducido notables mejoras respecto a las versiones iniciales, tal y como está planteado en este momento "sigue generando alarma en el ámbito rural, particularmente en relación con la caza, el pastoreo y la guarda del ganado".

Aunque el anteproyecto establece un régimen diferenciado para los perros vinculados a la caza y el ganado para atender a las circunstancias en que se desenvuelven, abundó Olona, la disposición final tercera deja claro que los perros, así como los hurones y los gatos, se considerarán, en cualquier caso, animales de compañía. Además, los animales utilizados como reclamo y las aves de cetrería, al no considerarse de producción, también quedarían sometidas a esta polémica norma.

"Todo ello hace que, en su actual redacción y cuanto menos, el anteproyecto genere serias dudas no solo con respecto a la caza y la ganadería extensiva, sino también en lo relativo a su aplicación y control administrativo", reiteró Olona. El consejero aragonés cerró filas con la caza, como ya ha hecho en otras ocasiones. Olona volvió a defender la actividad cinegética como una "herramienta imprescindible" para afrontar los graves daños económicos que sufre la agricultura como consecuencia de la sobrepoblación de ciertas especies cinegéticas como el conejo, el corzo o el jabalí, así como para afrontar los riesgos sanitarios a los que está sometida la ganadería como consecuencia de la propagación del virus de la peste porcina africana a través del jabalí o de la tuberculosis a través del ciervo u otros ungulados, entre otras.

El consejero del Gobierno de Aragón insistió en que la DGA defiende que los animales que colaboran con los ganaderos y los cazadores no deben ser considerados animales de compañía y, en consecuencia, no deben ser objeto de ningún régimen especial en la ley de protección, derechos y bienestar de los animales, sino que tienen que ser excluidos de la misma. "Hay que garantizar la eficacia de la propia norma, al tiempo que se evite seguir alarmando al mundo rural", remarcó Olona.

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