"Desde hace unos meses –expone Girón–, el sentir de los cazadores aragoneses es que las resoluciones del INAGA se están retrasando. Determinados asuntos que anteriormente se resolvían en semanas o un mes, ahora se están demorando varios meses. La casuística es amplia. Y las quejas que llegan en este sentido a la Federación son reiteradas".

"Creemos que los cazadores estamos siendo relegados de alguna manera en este instituto, por considerar que nuestros asuntos son menos relevantes que otros, como puedan ser, por ejemplo, los relativos a las energías renovables", agrega el presidente de FARCAZA.

"Entendemos", continúa exponiendo Miguel Ángel Girón, "la situación económica y energética que a todos nos afecta, el momento delicado por el que atravesamos y las necesidades que existen en este sentido. Pero los cazadores también necesitamos que nuestros asuntos se resuelvan en plazos de tiempo razonables, adecuados, según la naturaleza de los temas".

Según exponen los cazadores en sus quejas, se han producido atascos a la hora de gestionar la renovación de la licencia de caza o, simplemente, para sacarla. También se han detectado tardanzas a la hora de disponer de precintos de corzo, entregándose estos con la temporada ya avanzada. De este modo, se han perdido algunas jornadas hábiles para la caza de esta pieza de caza mayor.

La atención telefónica, mientras tanto, es prácticamente inexistente, señalan diversos cazadores, porque no se atienden las llamadas.