El presidente de la Federación Aragonesa de Caza (Farcaza), Miguel Ángel Girón, se reunió el pasado 7 de abril con Roque Vicente, vicepresidente del Partido Aragonés (PAR), para abordar diferentes cuestiones que afectan al colectivo de cazadores en Aragón.

Principalmente, se abordó la situación de perjuicio que crea a la caza el anteproyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales y el Partido Aragonés transmitió su apoyo a las alegaciones de Farcaza al anteproyecto y le comunicó la aprobación en la Diputación de Huesca, de una iniciativa del PAR de rechazo y enmienda al texto.

El PAR aseguró que defiende correcciones y modificaciones del texto emanado del Gobierno central porque su objetivo es defender la ganadería y la caza de Aragón, así como aquellas actividades respetuosas que puedan verse perjudicadas por la futura Ley.

"Diferentes sectores, como los ganaderos y los cazadores o incluso los veterinarios, nos han hecho llegar su preocupación por la inclusión, por ejemplo, de los perros pastores y de caza o hasta los perros truferos, en determinadas obligaciones. Hay aspectos como la prohibición de riesgos, el adiestramiento, la esterilización y otras regulaciones que necesariamente deben acomodarse a la realidad del día a día y a estos sectores, en vez de suponer más obstáculos o ponerlos en peligro", señaló Roque Vicente tras la reunión con Miguel Ángel Girón.

El vicepresidente del PAR precisó que quienes conviven con los animales, como resultan ser los cazadores, son sus primeros defensores, por ello animó a que las leyes que les afectan se gaga contando con su opinión y criterio sobre la materia.

Roque Vicente expresó su preocupación porque percibe que en los últimos tiempos se está promoviendo desde algunos sectores de la sociedad el rechazo a la caza, "Desde el PAR consideramos que no debe ser así, en modo alguno", aseveró. "Nadie puede dudar en Aragón de la importancia de la caza en los ámbitos económico, social y ambiental. Su presencia motiva el cuidado del entorno, genera dinamismo en muchas zonas, supone empleos y consumos y es particularmente importante para el control de muchas especies que, al proliferar, dañan la tarea de los agricultores e incluso afectan a la seguridad. Lo hemos visto en muchos municipios de Aragón y hay que tenerlo en cuenta, con regulación, pero sin exceso de prohibiciones, sino con acuerdo y cooperación como se ha hecho desde el Gobierno de Aragón", subrayó.