Ponencia en Captur sobre la Ley de Bienestar Animal: "Su afección sobre la actividad cinegética reglada es tremenda"
La feria de Caza, Pesca y Turismo Rural de Calamocha, Captur, fue escenario este sábado de una ponencia sobre el impacto de la Ley de Bienestar Animal en el sector cinegético. La cita informativa estuvo organizada por la Federación Aragonesa de Caza (Farcaza). el Colegio de Veterinarios de Teruel y la Asociación de Rehalas Regionales (Arrecal). De la misma fue ponente el veterinario Nicolás Urbani Barrios, asesor de Farcaza y de otras entidades cinegéticas y que ha participado en la elaboración de múltiples normas autonómicas de bienestar animal.
La intervención de Urbani en el evento informativo fue precedida de la presentación de Héctor Palatsi, presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel, que estuvo sentado en la mesa presidencial del acto junto al propio Urbani y a Manuel Beltrán, delegado de la Federación Aragonesa de Caza en la provincia de Teruel.
Durante la ponencia, Nicolás Urbani destacó los "problemas prácticos" que generan algunos artículos de la Ley de Bienestar Animal tras haber analizado la literalidad de los preceptos. "Tienen graves implicaciones para la tenencia responsable de perros, hurones o aves de cetrería, además de limitaciones normativas e inseguridad jurídica para el ejercicio ordinario de la actividad cinegética", afirmó.
En este sentido, el asesor de Farcaza aseveró que un ejemplo claro de la inseguridad jurídica que genera el anteproyecto de ley es el artículo 30, que prohíbe cualquier práctica que pueda ocasionar sufrimiento, daños o la muerte del animal, trasladado a zonas loberas donde se están registrando más ataques a perros de caza por parte de esta especie durante las acciones cinegéticas.
"Hay que preguntarse cuál es la responsabilidad del propietario de un perro muerto por una manada de lobos, y a qué sanciones administrativas o incluso penales se puede enfrentar", apuntó el veterinario, quien señaló que un perro herido en la oreja en un zarzal cuando trata de inmovilizar a un jabalí "también puede plantear severos problemas a su propietario, al igual que un ejemplar que se fracture una pata en una prueba de agility".
A juicio de Urbani, estos casos "kafkianos" reflejan hasta qué punto los textos legislativos "vinculados a la humanización animal y los radicalismos prescinden de la ciencia veterinaria en términos de bienestar animal, del sentido común y del consenso".
"Su afección sobre la actividad cinegética reglada es tremenda. No olvidemos que es esencial para el control de daños agrarios, accidentes de tráfico, ecopatologías ganaderas y zoonósicas que influyen en salud pública, y necesaria para la propia conservación de la naturaleza y su biodiversidad", insistió el asesor de Farcaza durante la ponencia, que se celebró en el marco de Captur, feria que volvía a celebrarse tras dos años de parón obligado por la pandemia.