PSOE: "No nos podemos permitir prescindir ni de la caza ni de los cazadores"
Artículo publicado en el suplemento especial 'Caza en Aragón' con motivo de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo de 2023. Ver más.

Cuando el reto demográfico es más palpable que nunca, es necesario que la sociedad reflexione sobre la importancia que tiene la caza en el desarrollo socioeconómico de nuestro medio rural. Junto a la agricultura, la ganadería extensiva y la selvicultura, la actividad cinegética ha sido y sigue siendo un motor de desarrollo fundamental para nuestros pueblos.
La caza lleva tiempo sufriendo insistentes arremetidas desde diversos colectivos que, sin embargo, a menudo ignoran injustamente la relevancia económica, el interés social, el valor histórico, cultural y medioambiental de estas actividades. Conviene subrayar todo esto, para evitar simplificaciones falseadas y reduccionismos interesados.
Aragón cuenta con algo más de 1.500 cotos de caza, la tercera parte de los cuales se localizan en municipios zaragozanos. Ocupan en esta provincia más de 1,6 millones de hectáreas y son escenario de una buena parte de la riqueza económica que genera la caza en Aragón –más de 260 millones de euros al año y el mantenimiento de casi 9.000 empleos, según un estudio de la consultora Deloitte-. Además, contribuye a la gestión sostenible del patrimonio medioambiental, complementa a la actividad agraria, y es una riqueza que se extiende por el medio rural –necesitado de apoyo, no de zancadillas–.
Más allá de su dimensión social, lúdica y deportiva, la caza es una herramienta imprescindible para la conservación del medio ambiente y lo cazadores se han erigido como sus principales garantes. Una gestión ordenada y sostenible de la misma facilita la conservación de hábitats y especies. También es capaz de mejorar la renta agraria y resulta imprescindible para minimizar los daños agrícolas producidos por especies cinegéticas, o afrontar los riesgos sanitarios a los que está sometida la ganadería como consecuencia de la propagación de algunos virus como la peste porcina africana.
Sin embargo, los datos registrados en los últimos años evidencian un descenso del número de licencias expedidas para cazar en Aragón, debido fundamentalmente a la falta de relevo generacional. Un hecho que puede afectar de manera notoria en los perjuicios a la agricultura, en el control de las superpoblaciones, accidentes de tráfico y otros riesgos para la salud pública. Y no nos podemos permitir prescindir ni de ella, ni de los cazadores.
En este sentido, apoyaremos a la Federación Aragonesa de Caza para que ponga en marcha una Escuela de Caza y Naturaleza en Aragón, que permita acercar la actividad deportiva de la caza a los más jóvenes, introduciendo a chicas y chicos los valores esenciales de respeto y relación con la naturaleza y, a la vez, inculcar nociones fundamentales de seguridad en la práctica deportiva.
La sostenibilidad y el fomento de la práctica de la caza han sido una de las prioridades del grupo socialista durante estos últimos ocho años en el Ejecutivo aragonés. El propio Presidente, Javier Lambán, consciente de la alarma que generó en el medio rural el anteproyecto la Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los animales, adoptó una postura de férrea defensa de la caza a nivel nacional con el fin de corregir algunos planteamientos contenidos en el texto como la consideración de los perros de pastoreo y de caza como animales de compañía. Tras dirigirse al Gobierno central y contactar con todos los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados, consiguió influir de una manera decisiva en su exclusión total de la norma, evitando que fuesen objeto de un régimen especial.
El Ejecutivo aragonés ha impulsado una de las normativas más liberales para la caza salvaje de todo el país. Una legislación que ha sido calificada por los propios cazadores como "futurista" y que está sirviendo como modelo a seguir para otras Comunidades Autónomas. Sirvan de ejemplo el Decreto Ley 9/2019, por el que se adoptaron medidas extraordinarias y urgentes para controlar la superpoblación de conejo común o la Orden AGM/1127/2020, de 18 de noviembre, por la que la caza fue declarada como una actividad esencial durante la vigencia de los confinamientos perimetrales establecidos en la Comunidad Autónoma de Aragón. Gracias a estas políticas y al Plan General de Caza anual, el Gobierno de Aragón ha conseguido liberalizar las normas cinegéticas al máximo posible con el fin de que, a través de esta actividad, y adecuando las normas a las peculiaridades de cada especie y cada zona, se controle el exceso de población de aquellas especies que provocan daños agrícolas. En este contexto, también es importante destacar la actitud, el compromiso y la colaboración de la Federación Aragonesa de Caza, quien es y seguirá siendo un interlocutor de suma importancia y un ejemplo a seguir como entidad colaboradora.
Desde el partido socialista seguiremos fomentado, promocionando y defendiendo las tradiciones cinegéticas sostenibles, así como estableciendo unas bases que contribuyan a su práctica y al desarrollo de las economías rurales. Y que nadie dude: ante cualquier norma que ponga en peligro la supervivencia de esta actividad fundamental para el desarrollo y conservación de nuestro medio rural, allí estaremos para defenderla.
Juan Antonio Sánchez Quero
Secretario general del PSOE en Zaragoza